Hablar de las danzas tradicionales de los moros en Mixco, es hablar de historia. El grupo de Moros y Cristianos “La Reliquia”, narra una conquista entre los musulmanes o Moros y Cristianos, en esta sobresalen los diálogos o relaciones que describen las batallas. Por investigaciones realizadas se ha podido establecer que esta danza ya existía a principios del siglo 20. Una de las características que únicamente se danza con el acompañamiento del tambor y el pito. Santos Jiménez Nuñez, es el miembro más antiguo del grupo y desde hace más de dos décadas es el “pitero”.
El grupo lleva el nombre de “la reliquia”, porque a ello se debe la guerra. La Reliquia, es un objeto sagrado que pudo haber sido una corona de oro que pertenecía a la Virgen María y es representada por un cetro, los moros… se apoderan de ella y los cristianos pelean por recobrarla. Todo se origina cuando la hija del Rey Clarión, más conocida como la “Reinita” se apodera de una reliquia, de buena manera los cristianos envían a mensajeros o embajadores del Rey solicitando que sea devuelta, argumentado que le pertenece a la Virgen y la respuesta es negativa a tal solicitud, lo que agrava las relaciones y se desatan sangrientos enfrentamientos, primero el Rey Clarión contra el Rey Cristiano, seguido luego por cada uno de los embajadores.
En la primera batalla pierde el Rey Cristiano, ante esta derrota el Rey Don Fernando de Castilla, ruega a Dios para que les de más fuerzas y gane la guerra, mientras el Rey Clarión pide a Mahoma y sus dioses que resulte triunfador. Se da una nueva batalla en donde pierde el Rey Clarión y en su enojo comienza a renegar a su dios que le fallo y pide perdón al Rey de los Cristianos. En su arrepentimiento pregunta cómo enmendar su error, el Rey Don Fernando de Castilla le responde que la única forma es bautizándose y se convierta al cristianismo, arrepentido y con gesto de humildad el otro Rey se entrega.
Luego llega la Reinita a intermediar por su padre ante el Rey, convirtiéndose también al ver el arrepentimiento y entrega la reliquia que originó la guerra, finalmente el Rey Cristiano los libera y les da el bautismo representado por la lluvia de pétalos de rosas.